La periodista y escritora María Moreno lanza su nuevo libro “Banco a la sombra” (Editorial Sudamericana), donde cuenta su recorrido por las plazas del mundo. Hoy charló en Página/12 con Julián Gorodischer.
¡Qué transmisión de pensamiento! Anoche pensaba escribirte porque a “mi” plaza la estuvieron enrejando todos estos días y tengo el alma muuuuy triste. Cada día vivimos “más presos”, y cada vez siento más rebelión, es directamente proporcional. La Plaza Monseñor de Andrea, Córdoba y Anchorena, con fuente, con los galgos que esculpieron en París y un pequeño anfiteatro, con juegos, arenero y… hay que decirlo, cagadas de perros y a veces olor a porro y algún indigente durmiendo, ya tiene sus rejas. ¡Hoy la vida es así!… Primero se llevaron la calesita, ahora la enrejaron. Me contó una familia homless que dormía bajo un ceibo que fue por las quejas de unas familias judías de un edifcio de enfrente (sic).
Pero volviendo a la nota de María Moreno, mi aporte es que nunca sentí tanta fascinación y magia como en la Plaza de Vía Veneto en Roma. Es increíble la energía que hay allí, a la noche, cuando se reúnen todos, romanos y turistas se convierte en una experiencia inolvidable. ¡Yo tiré mi monedita en esa fuente misteriosa, de espaldas al agua, con la esperanza de volver!
Un abrazo Leandro, y gracias por la info!!!
¡Qué transmisión de pensamiento! Anoche pensaba escribirte porque a “mi” plaza la estuvieron enrejando todos estos días y tengo el alma muuuuy triste. Cada día vivimos “más presos”, y cada vez siento más rebelión, es directamente proporcional. La Plaza Monseñor de Andrea, Córdoba y Anchorena, con fuente, con los galgos que esculpieron en París y un pequeño anfiteatro, con juegos, arenero y… hay que decirlo, cagadas de perros y a veces olor a porro y algún indigente durmiendo, ya tiene sus rejas. ¡Hoy la vida es así!… Primero se llevaron la calesita, ahora la enrejaron. Me contó una familia homless que dormía bajo un ceibo que fue por las quejas de unas familias judías de un edifcio de enfrente (sic).
Pero volviendo a la nota de María Moreno, mi aporte es que nunca sentí tanta fascinación y magia como en la Plaza de Vía Veneto en Roma. Es increíble la energía que hay allí, a la noche, cuando se reúnen todos, romanos y turistas se convierte en una experiencia inolvidable. ¡Yo tiré mi monedita en esa fuente misteriosa, de espaldas al agua, con la esperanza de volver!
Un abrazo Leandro, y gracias por la info!!!
Excelente nota.
Un abrazo