La autora Romina Manguel -periodista joven pero de larga trayectoria- se pregunta en el libro que sale en mayo: ¿Por qué gran parte de los argentinos nos mostramos sorprendidos ?o incluso indignados o defraudados? con los presidentes que hemos llevado al gobierno con nuestro voto, a poco de que empiezan a ejercer su cargo?
Con eso arranca un texto que se presenta íncómodo de antemano, como todo libro que invita a la autoreflexión y el análisis de cómo somos, nuestros errores como ciudadanos -en el sentido amplio y estricto del término- y nuestra compleja relación con los políticos que nos representan. Tal vez podría ubicarse en la bilblioteca al lado de “La noticia deseada” (de Miguel Wiñazki) publicado en 2006 por Marea, que indaga en los casos donde la opinión pública rechaza la verdad del asunto y prefiere construir su propia realidad.
Como bien señala en el prólogo Jorge Fernández Díaz: ?Romina Manguel pone, con este libro periodístico, el dedo en la llaga. El título lo dice todo: Yo te avisé. Para desnudar este falso mecanismo de continuas sorpresas y decepciones autoindulgentes, gracias al que los argentinos expiamos nuestros pecados haciéndonos los desentendidos con nuestras propias responsabilidades”.
Manguel nos dice: quienes nos gobernaron y gobiernan ya eran todo lo que fueron, lo que iban a realizar ya lo habían realizado, todos sus defectos y perversiones estaban inscriptos en sus genomas públicos. Sólo que los argentinos apartamos la vista y preferimos el dulce narcótico de la ignorancia. […] La autora nos recuerda que cuando hay continuos y persistentes cortocircuitos el problema no está en la caja de los tapones sino en la instalación completa. Una verdad lacerante y necesaria para asumirnos, para abandonar el círculo vicioso de la adhesión y la repulsión, para terminar con las políticas pendulares y para intentar edificar, por fin, un país articulado y una democracia real?.
Me parece que el problema que hay es que la gente no se hace cargo de sus elecciones. Yo por mi parte estoy contento con el gobierno nacional, pero no pretendo que sea perfecto, como no pretendo que nadie sea perfecto.
muy buneo me encataria leer el libro antes de expedir cualquier opinion pero es cierto el conformismo tambien evita la reflexion muchas veces…