por Mariana Iribarne
Gerente de Asuntos Corporativos Intel Argentina
Si hace dos años alguien me hubiera dicho que iba a tener un trabajo en el que me iban a pagar por cumplir los sueños de jóvenes apasionados por la ciencia hubiera mandado a esa persona directo a terapia. Y acá estoy, en San José California, en el corazón de Silicon Valley, contribuyendo a que 11 chicos argentinos, 4 uruguayos, 2 chilenos más otro muchos de América Latina puedan cumplir un sueño que probablemente les deje una marca imborrable en sus carreras académicas y profesionales, pero que sobre todo cambiará su visión del mundo y de lo que pueden lograr si se lo proponen.
Todos ellos están participando, auspiciados por Intel, en la Feria Internacional de Ciencias e Ingeniería Intel (ISEF), algo así como el Mundial de la Ciencia y la Ingeniería para chicos de escuelas secundarias. Acá hay 1611 estudiantes de 59 países, que compiten por 4 millones de dólares en premios que otorgan un número importante de empresas, universidades e institutos de ingeniería e investigación científica. Este año por primera vez la Intel Foundation otorgará el premio Gordon Moore al mejor proyecto de la Feria.
La Feria es una experiencia única; te sentís como navegando en un mar de conocimiento. Estos no son los típicos científicos que uno se imagina. Estos investigadores twittean, escuchan música en sus iPods, lucen peinados inverosímiles y quieren cambiar el mundo. Cuando hablo con ellos y les pido que me cuenten sobre sus proyectos en la mayoría de los casos, a duras penas, logro hacerme una idea de que tratan. Hay veces que hasta el título me bloquea. Por ejemplo: ?Analisis funcional de las mutaciones de telomerasa en dyskeratosis congénita? (¿?!!). Los proyectos son tantos y tan variados que tras dos horas de recorrida se me agota la capacidad de absorción de tantos datos y conceptos. Pero es refrescante ver el entusiasmo con el que los chicos los describen. Se nota que disfrutan de la ciencia y que la practican con pasión. Es imposible no tener esperanzas en un futuro mejor después de recorrer Intel ISEF.
En cuanto a las actividades de la Feria, entre el domingo y el martes los chicos estuvieron sumamente ocupados armando sus exhibidores y asegurándose que todos sus proyectos cumplieran con las estrictas reglas de la Feria. Hubo quien trajo su banner pre-impreso, y hubo quienes con papeles y tijeras se pusieron a armar sus rompecabezas gigantes en el lugar. El lunes a la noche fue la Inauguración oficial de la Feria, que este año contó con la presencia de Paul Otellini (CEO de Intel), Larry Page (Co-Fundador de Google), y un panel de ?rockstars? de Intel tales como Ajay Bhatt, Genevieve Bell y Laila Ibrahim que recibieron preguntas de los estudiantes via Twitter.
Las rockstars femeninas se llevaron todas las palmas. Genevieve es una antropóloga que estudia cómo la gente utiliza la tecnología, y sus comentarios me fascinaron. Les recomiendo este podcast donde cuenta lo que hace. Laila dio ejemplos muy claros de qué tecnologías está desarrollando Intel en los mercados emergentes, y aportó anécdotas divertidas sobre los desafíos de ser una mujer ingeniera. Una anécdota sobre Ajay Bhatt: el que diseñó el USB y se volvió famoso por protagonizar la primer publicidad de Sponsors of Tomorrow el año pasado. En ese spot representa un actor, pero acá pueden verlo en una entrevista muy divertida. En el pasillo hacia la Feria vi un señor igualito a él posando con chicos que quería una foto con él. Asumí que era un actor porque no podía imagirme a Ajay cumpliendo ese rol. Pero era él!
El martes hubo un panel de Ciencia y Tecnología en el que participaron cuatro premios Nobel. Allí los chicos tuvieron la oportunidad de preguntarles todo tipo de cuestiones: desde qué los inspiró a elegir carreras científicas hasta cuáles fueron sus fracasos más estrepitosos. El mensaje más claro que dejaron los Nóbel es que para hacer ciencia hace falta imaginación, no tener miedo a desafiar teorías o ?verdades? (por importantes e inamovibles que parezcan), mucha perseverancia, pensamiento crítico, y ganas de cambiar el mundo. Al final de la charla los chicos se agolparon alrededor de ellos para seguir charlando y pedirles autógrafos.
Ayer (miércoles) fue el día mas duro para los chicos, ya que estuvieron todo el día defendiendo sus proyectos ante un desfile de evaluadores. Los docentes y adultos que los acompañan pudieron asistir a una serie de talleres para mejorar la enseñanza de las ciencias y las matemáticas en el aula en un Congreso paralelo a la Feria denominado Academia de Educadores, al que Intel invita a gobiernos e instituciones científicas y educativas de todo el mundo para debatir sobre cómo mejorar la enseñanza de las ciencias dentro y fuera del aula.
Hoy jueves, será otro día agotador, ya que es el día en que la Feria está abierta al público y a los chicos les toca repetir infinitas veces de qué se trata su proyecto a la gente (que es muchísima!). Finalmente a la noche se entregarán los premios especiales, y el viernes a la mañana, los principales de cada una de las 17 categorias del premio INTEL ISEF.
Volviendo a los proyectos, y a los los chicos, que son los verdaderos rockstars de la Feria, una cosa que llama la atención es que en casi todos los casos los proyectos abordan temas que son relevantes para ellos y para sus comunidades. Acá escribo un breve repaso de los proyectos del Cono Sur, que son los que tuve oportunidad de conocer a fondo:
- El año pasado fue el año de la astronomía. Lucas Conci y Juan José Velazco, de Cordoba, buscaron un método dinámico y de bajo costo para poder medir la distancia entre la tierra y la luna. Diseñaron un dispositivo de madera muy simple, económico y de fácil utilización.
- Lucas Gille y Sol Paksvan, de Tandil, estudiaron las lluvias de su ciudad y descubrieron que no es ácida como anticiparon, producto de la urbanización e industrialización de la zona, sino que se ha tornado más alcalina. Los chicos vienen realizando este estudio desde hace tres años.
- Marisol Quinteros y Elda Seballos, estudiaron las cualidades de la penca en su pueblo natal de Chuña, Cordoba, para tratar de sacar provecho a una planta local muy poco utilizada y así lograr fomentar emprendimientos locales. Chuña es un pueblo realmente muy pequeño y el proyecto ha tenido un importante impacto social.
- Augusto Niez Gay, de Concordia, Entre Rios, estudió las cianobacterias presentes en la Reserva de Salto Grande y en la red de agua de su ciudad, y descubrió niveles de toxicidad mayores a los recomendados por la OMS.
- Juan Ignacio Gnero y Juan Pablo Maspons (foto abajo), de Santa Fe, diseñaron un sistema para adaptar, a muy bajo costo, una fresadora manual en automatizada. La idea surgió porque las fresadoras que se utilizan en las escuelas técnicas son manuales, mientras que las industrias requieren personas capacitadas en el uso de fresadoras automatizadas.
- Germán Dominguez y Alberto Gil, de Santiago del Estero, diseñaron un sistema para utilizar balastos de lámparas de bajo consumo como equipamiento auxiliar de tubos fluorescentes. El dispositivo reduce el consumo de energía eléctrica de tubos fluorescentes en un 30%.
- Andrea Martinez y Angélica González, de Carmelo, Uruguay, formaron un Club del Patrimonio junto con otras estudiantes, y durante un año completo rearmaron piezas arqueológicas de la Calera de las Huérfanas. Con esas piezas las chicas lograron rearmar parte del patrimonio cultural de la zona y hay ahora un proyecto de armar una sala en la que se puedan exhibir las piezas.
- Nicolai Wasen, de Cerro Branco Uruguay, junto con un grupo de amigos armaron un club de ciencia llamado los Arqui-locos. Juntos encontraron una solución creativa para reciclar la cáscara de arroz, (que contamina el suelo y el aire de su zona) en concreto para la construcción. Nico lo resume muy gráficamente cuando dice ?logramos transformar una porquería en un material ecológico y económico.?
- Martina Panfilo quiso buscarle un uso unas plantas acuáticas de su zona que hoy no tienen valor económico alguno. Descubrió que esas plantas fijan nitrógeno y resultan ser un fertilizante natural altamente efectivo cuando se aplican al suelo una vez disecadas.
- Sharon Castro y Diego Baeza, de Valparaiso, Chile, estudiaron las propiedades antioxidantes y fitoquímicas del tallo de la Gunnera Tinctoria, una planta autóctona de su región.
Como verán, la actividad acá en Intel ISEF es constante y vertiginosa, y las oportunidades para asombrarse ante las capacidades de la generación que viene son infinitas. Los invito a seguir las noticias de la feria via Facebook, Twitter (via mi user @iribam o buscando #intelisef), o a través de la página oficial de Intel ISEF.
Desde ya si los chicos ganan premios, estaré avisándoles en los comentarios en eBlog!
Argentina ganó 4 premios en Intel ISEF, Uruguay 1 y Chile otro!!!!
Lucas Conci y Juan José Velazco, Vila Carlos Paz, de Cordoba Ganaron un Premio de la ASsociation of Physics Teachers y de la ASsociation of Exploration Geophysics.
Lucas Gille y Sol Paksvan, de Tandil, sacaron el tercer premio en la categoría Ciencias Ambientales.
Nicolai Wasen, de Cerro Branco Uruguay, sacó el tercer premio en la categoría de Bioingeniería e Ingeniería de Materiales
Augusto Niez Gay, de Concordia, Entre Rios, ganó el segundo Premio Intel ISEF en la categoría Microbiología.
Sharon Castro y Diego Baeza, de Valparaiso, Chile, sacaron el $to puesto en la categoria Ciencias de las Plantas.
Chivo.
excelente labor Mariana. Te felicito!
Esta buena mariana.
Excelente la nota Mariana!!!!
Me mató la publicidad de Ajay, nunca había visto los de SOT, me encantó la idea. Leo lo de ISEF y pienso cómo hacer para que en el colegio de mis hijos tengan también estas oportunidades. Felicitaciones de nuevo para vos y todos los participantes de LAR.
Favor corregir, Sharon Castro y Diego Baeza NO SON DE VALPARAÌSO, SON DE VALDIVIA CAPITAL DE LA REGIÒN DE LOS RÌOS AL SUR DE CHILE.